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El tiempo que tarda un árbol frutal en dar cosechas puede variar según la especie y las condiciones de crecimiento. En general, la mayoría de los árboles frutales comienzan a producir frutos el 4  año después de ser plantados. En el caso del mangostino calculamos que será sobre el 7 año, Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada especie tiene su propio ciclo de madurez. Al invertir en nuestro programa, te mantendremos informado de cuando inicia la cosecha del árbol y adicional su producción total y cuanto equivale el 70% de la utilidad neta.

Como inversionista, tienes la flexibilidad de cambiar el modelo de negocio una vez que hayas firmado el contrato. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cualquier cambio debe cumplir con los requisitos legales y contractuales establecidos. Te recomendamos comunicarte con nuestro equipo de atención al cliente para discutir los detalles de tu situación y asegurarte de que cualquier cambio propuesto se realice de acuerdo con los plazos y procesos requeridos por la ley.

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Buscamos brindar acceso y oportunidades equitativas en el campo, permitiendo que cualquier persona pueda invertir y generar rentabilidad. Estamos abiertos a adaptar nuestro modelo de negocio para cumplir con las necesidades de nuestros inversores y garantizar una participación justa y rentable. Queremos que todos podamos invertir en el campo es el presente y futuro.

Implementaremos un sistema basado en códigos QR. Cada árbol recibirá un nombre único en el sistema y se le asignará un código QR correspondiente. Al utilizar la lectura del código QR, podremos realizar un seguimiento preciso y eficiente de cada árbol, registrando información relevante como su estado de crecimiento, cuidados realizados y fechas de inspección. Este sistema nos permitirá monitorear y gestionar de manera efectiva el inventario de los árboles, asegurando un manejo adecuado y brindándote transparencia en el seguimiento de tu inversión.

Para garantizar la producción de la cosecha de cada árbol, utilizamos un sistema en el cual las canastillas se asignan según la producción de cada árbol específico. A cada canastilla se le asigna un número QR único que se identifica el árbol al que pertenece. De esta manera, los recolectores pueden asignar correctamente las canastillas a los árboles correspondientes y registrar dicha información en el sistema. Durante el pesaje en la ramada, se registra la cantidad de canastillas recolectadas de cada árbol y se mantiene un registro preciso del dueño de ese grupo de canastillas. Este enfoque asegura que la producción de la cosecha sea atribuida de manera precisa a cada árbol, brindando transparencia en el seguimiento de la producción y garantizando la confiabilidad de los resultados.

Entendemos que la naturaleza puede presentar situaciones imprevistas, como la falta de fructificación de un árbol o su fallecimiento debido a eventos fortuitos como terremotos, rayos o inundaciones. En tales casos, evaluaremos cada situación de manera individual y tomaremos las medidas necesarias. Si un árbol no produce frutos, consultaremos con el inversionista sobre la opción de utilizarlo exclusivamente para la generación de oxígeno. En caso de que el árbol muera, nos comprometemos a reemplazarlo con otro árbol de características similares y reiniciar el ciclo desde ese punto. Nuestro objetivo es brindar un servicio de calidad y asegurarnos de que tu inversión sea productiva y beneficie tanto al medio ambiente como a ti como inversionista.

Como toda inversión, invertir en frutales conlleva ciertos riesgos inherentes. Sin embargo, en nuestro caso, nos enfocamos en mitigar esos riesgos a través de varias estrategias. Primero, contamos con un equipo altamente capacitado y con experiencia, lo cual nos permite tomar decisiones informadas y maximizar el potencial de calidad de nuestros procesos. Además, realizamos una cuidadosa selección de las variedades de frutas que plantamos, priorizando aquellas con un alto potencial de mercado y demanda.

También consideramos factores externos, como el fenómeno del Niño, y desarrollaremos un sistema de riego que nos permite adaptarnos a diferentes condiciones climáticas. Esto nos ayuda a minimizar los impactos negativos que eventos climáticos extremos podrían tener en nuestras cosechas.

Si bien no podemos eliminar completamente los riesgos, nos esforzamos por reducirlos y tomar medidas proactivas para proteger nuestra inversión y garantizar la rentabilidad a largo plazo.